Existen personas que mal interpretan la libertad personal para su conveniencia. Según su definición ésta es un objeto con la cual debemos de jugar y usarla hasta que ya no nos sirva, mientras otros la ven como un estado, el cual ellos deben de gobernar. Estos dos tipos de personas están muy lejos de lo que es la libertad en realidad. La libertad es la capacidad del ser humano para obrar según su propia voluntad, a lo largo de su vida, pero teniendo en cuenta que los demás tienen los mismos derechos y los mismos privilegios. Nosotros como seres humanos tenemos los mismos derechos y libertades que tienen todos de hacer lo que queramos, pero teniendo en cuenta que no sea para perjudicar el bienestar de los demás.
Según como dice Marc Plana "la libertad no puede realizarse para imponer nuestras necesidades en el espacio público. No podemos exigir en nombre de la libertad que la ley reconozca mi derecho a que el vecino soporte mi música a las cuatros (4) de las mañanas. Lo público es de todos, no mío". Ser libres no significa violar las leyes, ni perjudicar la paz de los demás, significa respectar a los otros con nuestras acciones.
La responsabilidad de hacer lo bueno y lo malo se deriva de la libertad, puesto que un individuo debe de ser responsable con sus acciones al momento de hacer lo que le parezca. El padre Arrupe y monseñor Romero decían que “nada es obstáculo para hacer el bien”, el bien se hace solo con querer hacerlo, no falta que te digan hazlo. Si haces el mal la libertad no defenderá tus acciones, puesto que tenemos los mismos derechos y los mismos privilegios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario