La ética o filosofía moral es la disciplina que justamente se ocupa de aquello que es moralmente bueno o malo, correcto o incorrecto. Es la rama de la filosofía2 que evalúa el comportamiento humano y, en tal sentido, sistematiza, defiende y recomienda criterios referidos a comportamientos correctos e incorrectos. Dentro del campo de la ética los filósofos habitualmente diferencian tres ramas: la metaética, la ética normativa y la ética aplicada.
La metaética
La metaética se ocupa del análisis del sentido y justificación de los conceptos éticos. En esta actividad se plantean cuestiones de tipo metafísico, psicológico y lingüístico. Las cuestiones metafísicas se refieren a la posibilidad de descubrir si los valores morales constituyen verdades eternas independientes de los seres humanos o si resultan ser simplemente convenciones humanas.
El realismo moral sostiene que los principios morales tienen un fundamento objetivo que trasciende las meras convenciones humanas. Desde este punto de vista, asociado con Platón y sus seguidores3, se acepta que los valores y principios morales serían entidades abstractas que existirían en un dominio espiritual, no estarían sujetos a cambios y serían aplicables en todo el universo.
La posición del escepticismo moral niega, en cambio, cualquier status objetivo a los valores morales que, en consecuencia, encuentran su fundamento sólo en convenciones humanas.
En la psicológicasse trata de analizar cuales son las motivaciones que impulsan a los seres humanos a comportarse moralmente. Existe un conjunto de explicaciones obvias y, en cierto modo superficiales, para esta cuestión. Los seres humanos buscan evitar castigos, recibir alabanzas, lograr la felicidad o ser aceptados socialmente.
La ética normativa
La ética normativa se ocupa de evaluar los elementos o principios morales presentados por la metaética y formular criterios que permitan justificar las reglas y juicios que se presenten acerca de lo que es bueno y correcto. En definitiva, se trata de poder llegar a establecer un criterio final de conducta moral que pueda ser aceptado por todos. Se trataría de llegar a una suerte de universalismo en ética basado en alguna variante de la regla de oro que, en su versión cristiana7 sostiene “haz a los otros lo que quieras que te hagan a ti” o, en forma de prohibición “no hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti”.
De acuerdo con las teorías deontológicasla moralidad de basa en principios fundamentales de obligaciones9 que los seres humanos tienen que cumplir con independencia de las consecuencias que puedan derivarse de sus acciones. Por eso tales teorías se pueden denominar también como teorías no consecuencialistas. Se han distinguido cuatro tipos de teorías deontológicas.
Ø La primera teoría es la teoría de los deberes, vinculada especialmente con los nombres de Hugo Grotius (1625) y Samuel Pufendorf (1672). De acuerdo con estos filósofos existe un conjunto numeroso de caracteres que las personas tienen el deber de adquirir por leyes de la naturaleza. Esos deberes pueden ser deberes hacia Dios (honrarlo, servirlo y rezarle), hacia uno mismo (preservar la vida, buscar la felicidad y desarrollar talentos) y hacia otros. En este último caso se pueden distinguir deberes familiares (honrar a los padres y cuidar al cónyuge y a los hijos), deberes sociales (no dañar a otras personas, cumplir las promesas y ser benevolente) y deberes políticos (obedecer las leyes y tener espíritu cívico).
Ø En segundo lugar puede mencionarse la teoría de los derechosque sostiene que todas las personas tienen naturalmente ciertos derechos que todos deben reconocer y respetar. Así, por ejemplo, John Locke11 señalaba que no debe dañarse ni la vida, ni la salud, ni la libertad, ni las posesiones de persona alguna. De acuerdo con esta teoría, los derechos morales deben ser naturales, ni creados ni inventados; universales, que no cambian de un lugar a otro; iguales para todos, sin distinción de género, raza o capacidad; inalienables en el sentido de que no pueden ser cedidos de una persona a otra.
Ø Imperativo categórico formulada por Immanuel Kant12. De acuerdo con Kant las acciones morales deben estar basadas en un “principio supremo de moralidad” que es objetivo, racional y libremente elegido. Ese es el imperativo categórico. Cualquier acción para ser considerada categóricamente imperativa debe ser buena en sí misma y conforme con la razón13. El imperativo categórico es la ley moral incondicional que dicta el curso de las acciones, sin importar las consecuencias que puedan resultar.
Ø Teorías consecuencialistas o teleológicas son las consecuencias favorables de una acción las que la caracterizan como moralmente correcta. Tal como el término “teleológico” indica18 es el resultado final de una acción el sólo determinante de su carácter moral. Este enfoque requiere de las personas que actúen de modo de producir el mayor bien en general.
Platón ponía énfasis en cuatro virtudes morales, luego llamadas virtudes cardinales, que son las más importantes: la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.
v La prudencia (recta ratio agilbilium), que es el método de comportamiento correcto, constituye el juez de todas las otras virtudes. Poseer tal virtud suministra el conocimiento práctico acerca de cómo tomar decisiones correctas en las cuestiones de la vida diaria. De acuerdo con Santo Tomás de Aquino algunos componentes de la prudencia son la memoria, la docilidad y la capacidad de tomar decisiones con la cabeza clara y fríamente.
v La justicia significa dar a cada persona lo que le es debido (cuique suum). Hay distintos tipos de justicia de acuerdo con las partes involucradas. La justicia legal se refiere a lo que cada individuo debe a la sociedad como un todo. La justicia conmutativa trata de lo que lo que los individuos se deben unos a otros ya sea que ello tenga origen en la ley natural, en acuerdos o en contratos. La justicia distributiva implica lo que la sociedad le debe a los individuos.
v La fortaleza es sinónimo de coraje o bravura y debe basarse en la justicia. Quienes posean esta virtud podrán enfrentar dificultades en bien de la justicia y, a pesar del lógico temor, podrán permanecer firmes frente a las amenazas. La perseverancia forma parte de la fortaleza y de acuerdo con Aristóteles y Santo Tomás de Aquino sería la parte más necesaria. La vida fácil la destruye y, por lo tanto, afecta seriamente a la fortaleza.
v La templanza es la virtud que gobierna los apetitos por los placeres, en particular por los placeres sensuales. Su ausencia va socavando a la prudencia y si esta es finalmente destruida, de acuerdo con lo visto, desaparecen las restantes virtudes.
La ética aplicada
La ética aplicada es la rama de la ética que utiliza los conceptos e instrumentos desarrollados en la metaética y en la ética normativa para analizar cuestiones especiales y controvertidas en diferentes campos. Así, pueden mencionarse, la bioética, la ética en los negocios, la ética ambientalista, la ética sexual, la ética social, la ética tecnológica.
La ética aplicada es la rama de la ética que utiliza los conceptos e instrumentos desarrollados en la metaética y en la ética normativa para analizar cuestiones especiales y controvertidas en diferentes campos. Así, pueden mencionarse, la bioética, la ética en los negocios, la ética ambientalista, la ética sexual, la ética social, la ética tecnológica.
Razonamiento moral y dilemas éticos
Las personas se ven enfrentadas a tomar desiciones que pueden o no perjudicar a los demas, y es donde entran los valores que tienen estos. Como sabemos los valores del ser humano se deriban de la etica, por lo tanto es impresindible conocer algo acerca de los valores.
En el texto analizado vimoslo que son los valores. Los valores son las creencias del individuo o del grupo acerca de lo que se considera importante en la vida, tanto en los aspectos éticos o morales como en los que no lo son.
Pero cuando analizamos las desiciones que vamos a tomar, existen tazonamientos que presentan falacias que podrian llegar a invalidar las conclusiones que fueron llegadas. Los tipos de razonamientos son:
v Falacia naturalista: no incluye en el argumento una premisa con principios normativos y, a partir de un razonamiento que sólo incluye enunciados descriptivos, se pretende inferir conclusiones prescriptivas (juicios morales).
v Falacia tu quoque: se sostiene que lo afirmado por una persona es falso pues es inconsistente con algo que dijo o que hizo en el pasado. O, dicho de otra manera, una acción no resulta moralmente cuestionable pues otros hicieron la misma cosa.
v Argumentum ad antiquitatem: algunos se refieren a esta falacia como el “convencionalismo moral” según la cual algo es cierto o es bueno porque siempre ha sido así y la sociedad lo acepta como una norma moral.
v Falacia del legalismo moral: vinculada con la anterior sostiene que alguna acción es moralmente aceptable o inaceptable de acuerdo con que las leyes la acepten o la proscriban.
v Argumentum ad populum: procura excitar los sentimientos y emociones, en general las menos nobles (codicia, egoísmo, celos, vanidad), en lugar de apelar a hechos y razones.
v Falacia del non sequitur: se presenta en el argumento un tópico irrelevante para distraer la atención de la cuestión principal. Esto implica que la conclusión (juicio moral) no se deriva de las premisas.
v Argumentum ad verecundiam: defiende una acción o una idea sobre la base de que es sostenida por alguna autoridad del campo que sea (científico, político, religioso) aunque, como dijo Galileo, “la autoridad de mil no vale el humilde razonamiento de uno”.
v Falacia de la pendiente resbaladiza: asegura que un evento, generalmente indeseable, habrá de seguir a otro de manera inevitable sin presentarse razones para tal inevitabilidad.
v Argumentum ad hominem: en lugar de centrarse en premisas y evidencias el argumentador se centra en ataques a personas o instituciones que se oponen con su punto de vista.
v Petitio principii: la verdad de la conclusión está implicada en las premisas. Algunas veces sólo se presenta una reformulación de tales premisas.
v Cum hoc ergo propter hoc: se afirma que, dado que dos acontecimientos ocurren juntos, deben estar causalmente relacionados.
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